1. No darle tiempo al piso para aclimatarse
2. No revisar la humedad del piso antes de instalar

3. No preparar bien la superficie antes de la instalación
4. Usar herramientas que no son las adecuadas
Trabajar con herramientas inadecuadas puede afectar el acabado final. Un cúter sin filo o unas tijeras de uso común pueden hacer cortes imprecisos que impidan que las piezas encajen correctamente. Además, no aplicar suficiente presión en el adhesivo puede generar burbujas o zonas mal pegadas. Para evitarlo, lo ideal es utilizar un cúter bien afilado para cortes precisos y un rodillo de presión que asegure una buena adhesión del material al suelo. Pequeños detalles como estos pueden marcar la diferencia en la durabilidad y apariencia del piso.

5. Pensar que no necesitas ayuda profesional
Aunque instalar piso vinílico parece un proceso sencillo, hay detalles técnicos que pueden hacer que el resultado no sea el esperado si no se tiene experiencia. Cortes mal alineados, errores en la aplicación del adhesivo o problemas en la nivelación del suelo pueden comprometer la instalación. Si bien es posible hacerlo por cuenta propia, contar con la ayuda de alguien con experiencia puede evitarte tiempo, dinero y posibles ajustes posteriores. Un especialista se asegurará de que todo esté correctamente alineado, bien adherido y sin imperfecciones, lo que garantizará un acabado más profesional y duradero.

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